viernes, 25 de marzo de 2016

47.- Streller al habla

     Streller se había quitado la gabardina y las gafas oscuras, se había preparado un aperitivo y se encontraba tirado en el sofá viendo la televisión. Alguna gansada insoportable de las que ponen por las noches.

     Pero es que, cuando se despojaba de su atuendo de trabajo y se tomaba un respiro, a Streller le gustaba ser como todo el mundo. Vulgar y aburrido. Seguro en su indefensión. Consumidor compulsivo de estupideces que ni él mismo entendía.

     Hasta que sonó el teléfono.

     Y no era un teléfono cualquiera. Era el teléfono de contactos.  El que sólo algunos privilegiados conocían. El que le abría las puertas de un mundo desconocido, excitante y lleno de peligros. El que le hacía sentir como un superhéroe que recibe una misión, como un espía que recibe un encargo. El que le mostraba al Streller que le gustaba de verdad, aunque a veces se negara a creerlo.

     Bajó el volumen del televisor, dejó a un lado el aperitivo y respondió la llamada.

     - Streller -dijo, anunciándose.

     Le contestó la voz de Mel. Le habló de asesinos que regresaban, de cazas organizadas, de investigaciones en proceso, del comisario Gutiérrez, que había solicitado su presencia. Streller necesitó unos segundos para asimilarlo. El comisario Gutiérrez, ese cabrón arisco, solicitaba su presencia. Aquello estaba tomando un cariz realmente atractivo.

     Mel no tuvo que decir mucho más.

     - Voy inmediatamente.

     Cuando le pedían ayuda, Streller siempre estaba. Cuando se olían problemas, Streller no fallaba. Cuando había que cazar a un asesino psicópata, Streller acudía raudo como un niño ante la llegada de un carrito de helados.

     Streller se levantó, se puso su gabardina, se calzó sus gafas oscuras y desapareció como una exhalación. Como sólo Streller, experto en mimetizarse con el entorno, podría hacer.

     El aperitivo se quedó en la mesa. La televisión, encendida. En esos momentos, unos concursantes obtusos daban saltos, hacían el ridículo y se convertían en el hazmerreír nacional con el objetivo de tener acceso a algún pírrico premio...